Tejidos de poder y miedo: La corrupción en Cinco esquinas




Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, nacido en Arequipa en 1936, es un destacado escritor, político y ensayista peruano. Desde su juventud, mostró un fuerte interés por la literatura, lo que le llevó a estudiar Derecho y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su carrera literaria despegó en 1957, y su primera novela, “La ciudad y los perros”, marcó el inicio del Boom Latinoamericano. A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos premios, incluyendo el Nobel de Literatura en 2010. Además de su carrera literaria, Vargas Llosa también ha tenido una notable carrera política, incluso llegando a postularse para la presidencia de Perú en la década de los 90. Este escritor ha abordado diferentes géneros a lo largo de su carrera literaria, permitiendo a los lectores recrear diversos episodios de la historia peruana y latinoamericana. Así, la novela Cinco esquinas, la última novela de este autor, configura el entrelazamiento de las idas de personajes de la alta sociedad limeña, con personajes de los barrios populares de la ciudad, teniendo como contexto los últimos meses del gobierno de Fujimori.
Analizaremos la novela Cinco esquinas desde la perspectiva del autor y su representación de la corrupción en diferentes ámbitos. Para ello, utilizaremos los aportes de Burt para ejemplificar el uso del miedo para el encubrimiento de actos corruptos, así como los comentarios de Orué y Sáez sobre la corrupción y el abuso de poder expuestos a lo largo de la obra. El objetivo de nuestra reseña es invitar a los lectores a reflexionar sobre el impacto que tiene la corrupción, plasmada en esta obra de la literatura peruana, en diferentes ámbitos de la sociedad.

En este contexto, en la obra Cinco esquinas,  se explora la idea del miedo y la intimidación como pilares de la corrupción. Esto se puede observar en el siguiente fragmento:

“No sé a qué viene todo eso, Doctor —murmuró la Retaquita, simulando guardar su sangre fría de siempre. Pero estaba inquieta. Nada de aquello le parecía normal. ¿Qué error había cometido? ¿A qué venían esas confidencias descabelladas del Doctor? ¿Él había ordenado la muerte de Rolando, entonces? Si era así, estaba de nuevo en peligro. Esas confidencias la volvían una cómplice. Había hecho todos los esfuerzos del mundo para cumplir las instrucciones del Doctor y, hasta ahora, él siempre la había felicitado—. Yo trato de cumplir al detalle con las órdenes de usted, Doctor”. —Viene a que te tengo por una magnífica colaboradora —le sonrió la cansada cara del Doctor y su sonrisa hinchó sus cachetes—. No quisiera desprenderme nunca de tus servicios, Retaquita. Y, todavía mucho menos, tener que castigarte por traidora y desleal. (Vargas Llosa, 2016, p. 126).

Dentro de su obra, Vargas Llosa ilustra cómo la corrupción se entrelaza con el miedo y la complicidad. La dinámica entre la Retaquita y el Doctor refleja cómo el miedo y la intimidación pueden ser una fuerza poderosa en la manipulación de individuos dentro de sistemas corruptos. En relación con esta idea, Burt (2011) destaca como “la amenaza de Sendero Luminoso generó un profundo miedo en la sociedad peruana, miedo que fue aprovechado desde el Estado y las élites, especialmente durante el fujimorismo, instrumentalizándolo para justificar las atrocidades más graves como la masacre de Barrios Altos o la desaparición de los estudiantes de La Cantuta, así como la consolidación de un proyecto autoritario que tenía como finalidad mantener a Fujimori y a sus socios en el poder” (p. 13). La autora destaca cómo el Estado aprovechó el miedo causado por la amenaza que representaba Sendero Luminoso para justificar medidas autoritarias y abusos a los derechos humanos, consolidando su poder y reprimiendo la disconformidad. En sociedades donde el miedo a represalias y el temor a las consecuencias en lo personal o profesional está vigente, es más probable que los individuos se vean obligados a colaborar con prácticas corruptas.

 

Así mismo, dentro de la obra, se abarca el tema de la desigualdad y falta de equidad presente en el sistema de justicia, provocadas por la corrupción. Esto se refleja en el siguiente fragmento de la obra:

El entonces capitán de artillería fue detenido, enjuiciado, condenado, expulsado del Ejército y encerrado en una cárcel militar. Mientras cumplía condena, estudió Derecho y se graduó de abogado. De esa época le venía el apodo de El Doctor. Al salir de la cárcel, con una amnistía, alcanzó cierta notoriedad como abogado de narcotraficantes, a los que sacaba de la prisión o conseguía que les rebajaran las penas, corrompiendo o intimidando a jueces y fiscales. Se decía que había sido el hombre en el Perú de Pablo Escobar, el rey de la droga en Colombia. (Vargas Llosa, 2016, p. 118).

Es así que en este fragmento se retratan amenazas, sobornos y chantajes entre abogados y jueces y/o fiscales. También se busca ilustrar la profunda corrupción en el sistema judicial peruano a la vez que muestra cómo un exmilitar condenado se convierte en abogado de narcotraficantes y utiliza sobornos y amenazas para manipular jueces y fiscales, reflejando la impunidad y la conexión con el crimen internacional y también nacional. Al respecto, Orué (2017) comenta sobre la novela, mencionando cómo Vargas Llosa expone las intrigas políticas y la corrupción judicial a través de sus personajes y situaciones. La autora resalta que la novela captura un retrato del poder en el Perú, señalando la proximidad de este tema con la realidad del país. Cuando abogados y jueces son susceptibles a sobornos, amenazas o chantajes, la imparcialidad y la objetividad del sistema legal se ven comprometidas, lo que lleva a resultados injustos y desiguales. Además, la impunidad de aquellos que manipulan el sistema judicial para sus propios intereses alimenta un ciclo de corrupción en el que perdura la injusticia y la desigualdad.

 

Además, se aborda al periodismo sensacionalista como herramienta de la corrupción. Esto se evidencia en el siguiente fragmento:

—¿El propio asesor de Fujimori? —se sorprendió Quique. —El hombre fuerte de este gobierno, el que hace y deshace, el verdadero patrón del Perú —le recordó Luciano—. Los abogados tienen la absoluta seguridad de que el sujeto hace cosas de este tipo. Es un ávido, con una sed de dinero desmedida. Hay indicios de chantajes a muchos empresarios menores que parecen provenir de él. A ellos les sorprendería que pueda armar una cosa así contra alguien tan importante como tú. Por eso conviene que nos acompañen a verlo los dirigentes de la CONFIEP y de la Sociedad de Minería. Su presencia lo puede asustar un poco, si es que está metido en esto. Por otra parte, ya te dije, corren rumores de que uno de los gacetilleros que utiliza el Doctor para arruinar la reputación de sus enemigos políticos es el tal Garro. Tú sabes que él financia buena parte de esas hojas inmundas llenas de palabrotas y calatas que bañan en caca a los críticos del gobierno. ¿Me estás oyendo, Quique? (Vargas Llosa, 2016, p. 43).

En este fragmento, Vargas Llosa enfatiza la influencia del poder político y la corrupción sobre los medios de comunicación. Personajes como el Doctor y Garro, en la obra, ilustran cómo el periodismo sensacionalista se convierte en una herramienta del gobierno, sirviendo para manipular la opinión pública y consolidar su poder, lo que reafirma la idea de impunidad y corrupción en las altas esferas del poder. Como expresa Sáez (2021), la novela critica el periodismo amarillo y su uso corrupto como herramienta de control por el gobierno, similar a "La fiesta del Chivo", pero redimiéndose al final, tras pasar de un mal periodismo a uno bueno con la denuncia del manejo corrupto de la revista "Destapes" (p. 4). El periodismo en "Cinco esquinas" no es, pues, inherentemente malicioso, sino que, como se ha declarado anteriormente, sirvió de herramienta para la corrupción. En muchas ocasiones, este tipo de periodismo, cuando los medios están vinculados estrechamente con el poder político o económico, es utilizado para favorecer intereses particulares en lugar de informar de manera imparcial y objetiva. Esto socava la confianza en los medios de comunicación.

 

Finalmente, la novela Cinco esquinas nos invita a reflexionar profundamente sobre la corrupción en el contexto peruano, explorando cómo se entrelazan los intereses políticos, personales y mediáticos en una trama cautivadora y llena de intriga. En otras palabras, se explora cómo la corrupción permea cada nivel de la sociedad peruana, desde las altas esferas del poder hasta los rincones más oscuros de la manipulación mediática. Por estas y más razones los invitamos a sumergirse en estos escenarios, reflexionando sobre las complejas relaciones humanas y los conflictos éticos que surgen en esta trama.

Referencias


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